miércoles, 20 de enero de 2016

Arroz con pollo a la chorrera



No sé si es por la lluvia que cae sobre el suelo de Bayamo, desde ayer, o porque precisamente hoy es el cumpleaños de un amigo de la adolescencia, o porque a esta hora de la mañana siento en mi estómago una sensación que me lleva a pensar en la exquisita sazón de mi padre, albañil de oficio y cocinero inigualable.
Se me ocurre aprovechar, ahora que distribuyeron pollo por la canasta básica alimentaria y degustar un sabroso arroz con pollo a la chorrera, un poquito más húmedo –se le añade más líquido mientras se cuece- que el consumido diariamente en la cocina de Cuba.
Por si te animas, Calle Siete desea, desde rincón íntimo, detallar los ingredientes y la receta para hacerlo.

INGREDIENTES

1 pollo o cuatro raciones
2/3 de tazas de aceite
4 tomates grandes
¼ kg de cebollas
1 rama de perejil
1 ají pimiento
4 tazas de caldo de pollo
3 dientes de ajo
1 latica de pimientos o dos pimientos naturales
1 taza de vino seco
½ cucharadita de comino
¼ cucharadita de pimienta
½ kg de arroz
Sal a gusto

PREPARACIÓN

Corta el pollo en octavos y colócalo en una cazuela en la que previamente hayas calentado el aceite. Dóralo bien y añádele la cebolla, el ajo, el perejil, el ají, el pimiento y el tomate a fuego lento;  sofríelo todo por unos  minutos, hasta que la cebolla se transparente.
Agrega el caldo junto con los trozos de pollo previamente fritos y deja hervir todo por unos minutos hasta que el pollo comience a ablandarse. Entonces ponle el vino seco, el comino, la pimienta, la sal y los pimientos.
Deja hervir todo por unos momentos y añádele el arroz previamente lavado. Cuando rompa el hervor nuevamente, tapa la olla y baja el fuego al mínimo, cocínalo alrededor de 30 minutos o hasta que el arroz se ablande totalmente.
Si quieres incorporarle un sabor especial, puedes añadirle un cuarto de cerveza.
A mí me gusta con mayonesa.


jueves, 14 de enero de 2016

Hablando de periodismo digital en Bayamo

Cuando en la asamblea de la delegación  del periódico La Demajagua, de la Unión de Periodistas de Cuba, en Granma, escuché sobre la necesidad de reforzar la creatividad, la perseverancia y la dedicación para afrontar los retos impuestos por la tecnología, necesariamente, los vasos comunicantes me trasladaron a una sensación especial, diferente y a la capacidad de pensar  que nada es imposible  si hay deseos e interés por la superación.
Ibrahín Sánchez Carrillo, un explorador de nuevos universos en la web, dejó claro que mirando la realidad en la red de redes, uno se da cuenta de que el muro digital solo podrá ser derribado y el trabajo de un periodista resultaría más interesante cuanto más  haga en contra de la comodidad y con honestidad intelectual.
El igualmente artesano del blog Zona de Strike, se refirió al uso cotidiano de todas las herramientas de la hipermedia, esos procedimientos para escribir, diseñar o componer contenidos informativos que integren textos, imagen, video, audio y otros soportes de información emergentes, de modo que el resultado posibilite interactuar con los usuarios.
Conozco a muchos colegas que este año continuarán adquiriendo conocimientos en lo relacionado con la transformación que presupone la nueva autopista de la comunicación en la producción informativa, desde los diferentes materiales y formatos, hasta vivir una experiencia periodística completa y lograr que internet sea la ventana mediante la cual la provincia  se asome al mundo cada vez con mayor fuerza.
Partiendo de la  inmediatez, sin dejar a un lado la calidad, cuando algún afiliado a la Upec habla del desarrollo digital en Calle Siete, siento que  ese desafío pleno de oportunidades, también se conecta con la creatividad y la espiritualidad más profunda del periodismo en Cuba.



lunes, 11 de enero de 2016

El doctor Mesa llegó de Brasil



!Qué buena noticia! Miguel Enrique Mesa Núñez,  llegó a Bayamo luego de cumplir misión como colaborador de Salud en Brasil. Lo sé porque es el esposo de Elisa Aguilar Corrales, una colega del periódico La Demajagua. y él me ha hecho recordar a Plinio el Viejo, en la Grecia clásica, con el aforismo de que no existe pueblo alguno sin medicina, aun cuando haya alguno sin médicos.
Desde el estado de Pará, Cametá, donde trabajaba, Migue hacía realidad el modelo cubano puesto en marcha en 1984, dirigido a un programa de atención más completo, integral, con una mirada más humana, que apunta a la prevención de las enfermedades y si se trata de diagnosticar lo hacen sin tantos remilgos y sin dejar de utilizar los recursos técnicos necesarios.
En Calle Siete y supongo que en la provincia de Granma, no hay profesional más confiable que el médico de la familia, porque está ahí cerca de ti, en tu cuadra, en tu barrio para conocerte mejor, con muchos conocimientos para orientarte y que ha contribuido no solo lograr cambios de actitudes y de conductas de riesgo, sino a mejorar la atención primaria de Salud mientras eleva la calidad de vida del individuo y de la comunidad.
Eso quiere decir, primero voy a que me examine mi doctor de cabecera y si requiero ver a un especialista, él mismo me lo recomendará, para que me escuche, me revise la columna, en mi caso. Mesa Núñez no solo me recetó las pastillas para que encontrara un poco de alivio, sino que me ha apoyado con la indicación de ejercicios que pueden detener un poquito mi padecimiento.
Por eso entiendo el prestigio y la fama de los médicos cubanos y de quienes estudiaron y aprenden en la Escuela Latinoamericana (ELAM), formados  para cumplir funciones asistenciales, ayudar, con su ciencia, a encontrar las causas de tu dolencia, trabajar por un pueblo más saludable y, al mismo tiempo, se convierten en personajes integrantes de tu vida.





 


viernes, 8 de enero de 2016

Cuento de Lorena



Ya sé que los cuentos son más que una anécdota interesante y están estrechamente relacionados con las estrategias y estructuras narrativas, y las funciones de la figura del narrador.
Empero, Lorena Pelegrín Infante, una de las nietas de mi hermana Ana, desde sus ocho años de edad, siempre tiene una nueva historia qué contar.
Actualmente vive con su hermana, Laurens María, y sus padres, Mario y Loraine, en La Habana, pero visitó  Bayamo, para celebrar el nuevo año. 
Por supuesto, no faltó a Calle Siete quien abrió con sus palabras una rendija  desde donde me invitó al universo mediante el cual ella  se acerca a la condición humana.
- Tía, -me comentó- cerca de mi escuela (en Ciudad Libertad) va un señor de mucha edad, frágil y vendedor de maní, todos los días. Y todos los días solo le compramos, para ayudarlo, Laurens y yo.
- Y tu amiguitos no lo hacen?, le pregunté.
- No, me respondió. Ellos dicen que pueden tener gérmenes.
- iAh, bueno, pudiera ser!, fue la condicional que le propuse, un poco para justificar a los muchachos. Pero ella continuó:
- Cuando nos da los cucuruchos de maní, nosotras nos alejamos y sin que él se dé cuenta yo me doy la vuelta, lo señalo y  le deseo que tenga buena suerte.


miércoles, 6 de enero de 2016

iFeliz 2016!



Hoy retorno a Calle Siete, mi amado sitio, al que  he dedicado tiempo de calidad, sobre todo por los queridos amigos de bloguilandia, para felicitarlos: unos, existen desde la Enseñanza Primaria, en la escuela Mártires de Girón, del reparto Marianao, más conocido como Manopla, otros de la secundaria básica o el preuniversitario, y quizá, de la Universidad, en la provincia de Santiago de Cuba, o esos que vas fomentando en el largo camino de la vida. 
Desde este confortable rincón de las palabras, donde anhelo estar conmigo misma, en mi entorno, espacio de confort, como prefieren llamarlo algunos, puedo enterarlos de mis más recientes andanzas  por las cálidas arterias de Bayamo, las mismas que nos invitan a ver, en estos primeros días de enero, las estrellas brillar con especial luz contra el cielo casi negro, a veces gris, por las nubes.
En el 2015, me impactó, tanto como a mis vecinos, coterráneos y paisanos, el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, además de que en las últimas horas de ese año  tuvo bastante de magia el paisaje de mi barrio: el reencuentro de muchas familias y el humo del cerdo asado para la comida.
Con amor y detalles deseo que resulte el 2016 para ustedes, porque la vida es más sencilla que lo que, en ocasiones, pensamos. En mi casa, todo fue alegría, ilusiones, risas, por las travesuras de Lorena, y hermosos sonidos, hasta no poder oírlos más que en el recuerdo.